domingo, 4 de mayo de 2014

Caja de Ral Partha - Magister

Tras una larga temporada de descanso de miniaturas clásicas, he retomado el pintado de estas empezando con la caja de "Héroes de Reinos Olvidados". No he quedado muy contento con el resultado final pero creo que por lo menos es decente.

En otra entrada iré poniendo las miniaturas de Marines Espaciales que estado pintando hasta la fecha.


Magister, una pasada pintar esta miniatura que pese a los años que tiene cuenta con una gran calidad de esculpido.

martes, 3 de diciembre de 2013

"El Conde"

Última miniatura que faltaba por pintar de la caja de Ral Partha, "The Denizens of Ravenloft"

Una miniatura estupenda, como todas las de esta caja clásica.
Gracias nuevamente a la tienda online Tesoros de la Marca

lunes, 2 de diciembre de 2013

RESUMEN DE PARTIDA

PARTIDA 3 (1 DE DICIEMBRE DE 2013)

Los pjs regresaron a Datkel junto con Tíranir justo antes de anochecer. Ayudado por una muletas que habían fabricado durante su estancia en el campamento de leñadores, Dórel apenas podía caminar sin ayuda. Orgulloso intentaba no frenar demasiado al grupo y viendo el resto su perseverancia, lo dejaron caminar casi sin ayuda, vigilantes todos de que no se agravara su herida.

Ya en el poblado, Tíranir les encomendó descansar esa noche mientras iba en busca del curandero Klevir y le convencía de que intentase estar lo más sobrio posible, para a la mañana siguiente atender a los heridos. También intentaría cerrar un precio “amistoso” para el grupo.

Esa noche al llegar a la posada, Dala (la dueña) les notificó que tenían todas las habitaciones ocupadas esa noche. Les hicieron sitio en una mesa que despejaron para el grupo y pidieron algo de cenar. Kogan, el enano les vio llegar y al decirle el grupo que tendrían que dormir en la habitación comunal con Dórel herido hizo un gesto de desaprobación, para justo después encaminarse hasta otra mesa donde había un joven vestido con túnica, se levantó y portando un cayado se acercó junto con el enano para presentarse.

Así fue como conocieron al joven Daros Uth Bemtel, hijo de Jarl Daros Uth Bemtel, un amigo de Kogan y Tíranir que para que su hijo no se alistase en el ejercito de Leathys para completar su entrenamiento, decidió enviarlo junto con su viejo amigo y que este le guiase en los encuentros y aventuras de viajeros.
El joven fue bien acogido por el grupo, pese a su juventud y escasa experiencia en las labores de campaña y combate este parecía contar con las ganas suficientes para emprender una aventura junto al grupo. Y entre risas regadas con cerveza y acompañadas de unas patatas picantes y cerdo asado, el grupo pudo evitar dormir en la habitación comunal y utilizar la amplia habitación que ocupaba el joven Daros.

A la mañana siguiente el grupo se reunió con Tíranir para visitar al curandero. Parecía que esta vez había hecho caso al montaraz y se había cuidado de no beber tanto como para estar los suficientemente sobrio y realizar las labores de curación necesarias para que Dórel pudiese volver a caminar.

En cuanto al coste de la curación el curandero aceptó de buen grado las monedas del grupo (dado que había acordado el precio con Tíranir la noche anterior… aunque no recordaba muy bien el precio exacto al que llegaron…). El proceso de curación fue rápido, en apenas 15 minutos Dórel pudo volver caminar sin dificultad. Klevir había traspasado las heridas del datarano a su propio cuerpo y mediante las dotes de auto curación se reparó los daños sufridos. Aquella técnica había sido vista en muy pocas ocasiones por las gentes del pueblo. Principalmente porque Klevir suele estar demasiado ebrio para poder realizar ningún hechizo y cuando lo realiza es posible que su paciente se convierta en “victima” sin querer.

Tras salir del establecimiento de Klevir, el grupo se dividió. Dórel, Gotrek y Njord se dirigieron hacia la taberna “el manto”, el burdel donde lleva sus negocios Korlan y donde además les comentaron que podía encontrar a un semi-ogro que trabajaba para Korlan y que además comerciaba con armaduras y armas de todo tipo.
Crax, Tíranir y Daros se encaminaron hacia el almacén abandonado para recopilar información sobre los 5 días que habían pasado fuera y si habían visto los mendigos que vivían allí algo inusual.

Las armas y armaduras que pudieron encontrar no eran ni mucho menos de una calidad medianamente buena, sin embargo un golpe de suerte favoreció a los que visitaron al semi-ogro Dalgor. Entre las armaduras había una cota de mallas prácticamente destrozada, sin apenas valor para cualquiera que no se fijase bien, pero para los ojos expertos del enano aquella cota podía tener un gran potencial. Al parecer el ogro la mantenía allí como recuerdo, pues pareció pertenecer a un elfo que por el estado de la armadura no quedó muy buen parado de algún encuentro.  Por apenas una moneda de plata, los pjs se llevaron los restos de la armadura, haciendo un buen negocio ambas partes.

Mientras en el almacén, Crax pudo averiguar que durante los 5 días que los pjs habían estado fuera el único evento que había llamado la atención de la población era el de que los ogros partieron rumbo norte, después de meterse en una pelea con un “monje del puño rojo”. Al parecer este se encontraba de peregrinación en el pueblo y los ogros le increparon hasta que tuvo que defenderse. Dicen que le atacaron 4 ogros, uno murió, otro quedó mal herido y el resto al ver lo peligroso que era este tipo se retiraron de la pelea. El monje siguió rumbo este, “dicen que a tierras Dran”.
Además algunos de los mendigos coincidieron en haber visto a una figura envuelta en ropajes oscuros escabullirse por las esquinas y zonas ruinosas del almacén.

Con la intención de hablar con el alguacil del pueble, Crax y sus dos acompañantes se dirigieron al edificio donde les dijeron que podrían encontrarlo, pero tras varias llamadas sin contestación a la puerta y encontrarse con el grupo de Gotrek decidieron posponer la búsqueda del aguacil para poder abastecerse, dejar la armadura al herrero de la ciudad con el encargo de repararla y tomar aliento antes de la salida del dia siguiente. Tíranir les encomendó a que se preparasen para una macha rápida y sin pausas a campo través para poder reducir el trayecto a la mitad de tiempo.

20 horas tardaron en llegar, apenas haciendo descansos y corriendo a través de restos de bosques, subiendo y bajando riscos empinados y cruzando arroyos y afiladas zonas rocosas. Pero llegaron a su destino,  una zona despejada y cercana a donde les habían emboscado los gnoll hacia unos días. El rastro del troll se encontraba cerca y sólo descansaría 4 o 5 horas hasta volver a ponerse en camino.

Sin embargo lo que quedaba de noche les deparaba algo más.
Casi terminando la guardia de Daros y Dórel, dos arañas gigantes del bosque surgieron de entre las ramas de los poblados arboles que les rodeaban y apenas sin descansar tuvieron que ponerse nuevamente en acción para combatir contra las dos bestias que les atacaban. Dórel y el mago erraron sus dos ataques, la flecha y el conjuro de proyectil pasaron cerca de la araña o apenas rozándola sin sufrir ningún daño. Por el otro flanco Njord desvió un ataque que iba dirigido al enano que todavía se encontraba en el suelo sin saber muy bien que pasaba. Ya en pie todo el grupo se reagruparon y contuvieron a las dos bestias hasta que Tíranir clavó su lanza en una parte desprotegida de la gran araña, dejándola aturdida y lista para que Njord la golpease nuevamente con su mandoble y dejándola lista para que el montaraz acabara con ella.
La otra araña sin embargo tenía al resto del grupo más acorralado. Dórel sufría las embestidas de la araña, y una tras otra conseguía esquivarla con una cabriola, rodando por el suelo y disparando su arco sin mucha suerte. Tanto las flechas de este como los proyectiles eléctricos de Daros parecían no afectar al duro caparazón de la araña. Gotrek acudió en ayuda del joven datarano y pudo desviar un par de golpes que pudieron ser terribles.
En ese momento una flecha cruzó el aire impactando en un costado de la araña girándose esta para ver de donde venia este ataque, momento que aprovechó Njord que había dejado a la otra araña, ya muy castigada, para centrarse en esta. Y fue con un terrible golpe descargado desde lo alto con toda la fuerza de la que fue capaz de reunir cuando el acero forjado en las tierras de sus antepasados se incrustó en la cabeza de la bestia para acabar con esta tras escuchar un crujido proveniente de su armazón fragmentado y su cerebro aplastado.


Ya no empezaba a despuntar el alba y pusieron rumbo al rastro dejado por el troll. Unas ruinas les esperaban…

EXPERIENCIA 

DÓREL: 2.384 PXS
NJORD: 2.781 PXS
GOTREK: 2.684 PXS
CRAX: 2.131 PXS

Comos siempre, un placer.

martes, 19 de noviembre de 2013

RESUMEN DE PARTIDA

PARTIDA 2 (17 de noviembre de 2013)

El grupo partió rumbo norte en dirección al campamento de leñadores que había sufrido los últimos ataques del troll de las nieves. Durante el camino los personajes fueron haciendo algunas preguntas a Tíranir sobre el troll y su procedencia. A esto el montaraz les contestó que no era muy común encontrar un troll de las nieves en esta época del año tan al sur. Más aún cuando contaban con más horas de sol y el troll contaba con pocos refugios donde guarecerse.
Una vez llegaron al asentamiento de leñadores, parte del grupo montó su campamento cerca del resto de tiendas mientras Tíranir y Crax preguntaban a los leñadores por los ataques sufridos.

“Al parecer –comentó Crax al volver al campamento-, las desapariciones son anteriores a los ataques, pero nadie las había achacado a un troll  hasta el último ataque sufrido hacia 5 días cerca del campamento. Alertados por los gritos de auxilio los leñadores acudieron al lugar pero no dieron con los cadáveres y no contaban con la destreza ni el valor para seguir a un troll por el bosque”.

Así el grupo hizo guardia esa noche junto con el resto de los leñadores para prevenir un posible ataque de la bestia. Si bien esa noche no hubo  ningún indicio de que los estuviesen vigilando y de ningún ataque.
Pero pese a la tranquilidad de la noche, Dórel pudo ver encaramado a una enorme roca que se encontraba a unos metros del campamento a otro grupo de leñadores que se encontraba a unos kilómetros de este asentamiento. Por la mañana el resto de leñadores les comentó que se trataba de unos cuantos leñadores que habían llevado algunos hombres de más, armados y listos para cualquier ataque. Así podían explotar algunas zonas más alejadas y menos trabajadas.

Tras un contundente desayuno, Tíranir y el resto del grupo se disponía a partir en busca de la zona del ataque del troll, pero Gotrek los detuvo cuando sintió curiosidad por la roca que había usado Dórel para vigilar la noche anterior. Después de discutir con algunos de los leñadores de la zona sobre la conveniencia o no de su salario y de lo que podían ganar talando árboles, consiguió convencer a dos jóvenes que estaban contratados para que trabajasen para el enano en una tarea.
En al piedra, en uno de los laterales y oculto bajo una capa de arbustos y  desechos acumulados durante los años, los pjs pudieron encontrar unos símbolos, muy deteriorados, pero legibles por Crax. Sus conocimientos de Runas y símbolos antiguos y religiosos le dieron a entender que aquello era muy antiguo. Mucho más que los propios humanos, y probablemente tanto como los primeros elfos que llegaron a estas tierras del norte.
De este modo Gotrek dejó encargado a los dos jóvenes que empezasen a cavar alrededor de aquella roca y a  apuntalar las secciones para que no causase daños a su alrededor.

Así, dejaron a los dos jóvenes en el trabajo de excavación y partieron rumbo norte a donde les indicaron que había sido el ataque del troll.
Tardaron medio día en llegar, pero finalmente lo encontraron con las señas que les dieron en el asentamiento de leñadores.
Una vez allí, Tíranir utilizó sus dotes como experto montaraz para deducir la dirección de donde vino el troll, la forma de atacar y lo que hizo con los cuerpos.

“El troll vino del oeste, destrozó al menos a cuatro de los cinco hombres que formaban el campamento. Pero lo más extraño es que no he encontrado rastros del quinto hombre. Además el troll se llevó a los 4 cadáveres”.

El grupo puso rumbo oeste, siguiendo los claros rastros dejados por el troll pese a los días que habían pasado desde el ataque. Durante el trayecto encontraron un cadáver, o lo que el troll había dejado de él tras devorarlo.

Siguieron el rumbo errático del troll, oeste, norte y oeste y norte, una y otra vez, pareciendo dar tumbos sin ningún sentido.

Ya pasado el medio día, Tíranir dio un respingo al notar la presencia de un grupo de gnolls que los había rodeado. Pero los detectó antes de que les pudiesen coger por sorpresa por lo que el grupo pudo estar preparado para lo que se avecinaba.
Los gnolls eran ocho y ellos cinco. Las bestias iban armadas con lanzas, rodelas y espadas cortas al cinto, incluyendo dos de ellos un arco corto con el que rápidamente apuntaron al grupo de pjs.

Sólo hubo un breve intercambio de palabras entre el cabecilla de los gnolls, armado con una terrible mandoble dentada y protegido por una camisa de mallas. Estaba claro que nadie iba a dejar sus armas y dejar que les robasen así como así, por lo que el combate se inició rápidamente. Demasiado.

Dórel vio como una flecha se clavaba profundamente en la parte baja de su pierna izquierda, maldiciendo por el dolor y rodando para protegerse del lanzazo de un gnoll, el datarano se lanzó al suelo entre unos arbustos. Pero Tíranir pudo intervenir en el último momento para desviar el lanzazo que iba dirigido a su pecho, no sin dejar desprevenido su costado para el ataque de lanza de otro gnoll. El arma del hombre bestia iba bien dirigida pero apenas rozó al montaraz, protegido por un halo invisible que había conjurado en el instante antes de que los gnolls llegasen al grupo.

Crax por su parte mantuvo a distancia varios gnolls que intentaron atacarlo gracias a su comunión con Lishamak y el poder para calmar la sed de sangre y combate de los gnolls. Lamentablemente no pudo evitar la caída de uno de sus compañeros.

Njord, el hombre del norte cargó valientemente contra uno de los arqueros, al que pudo herir levemente, los suficiente para desestabilizarlo y que no pudiese volver a atacarlo inmediatamente. El bárbaro vio al gnoll que enarbolaba la lanza contra él pero creyó poder estar a la altura del combate, pero algo con lo que no contaba era con la destreza de aquel gnoll con la lanza. Con un fuerte golpe en el cuello que además le dejó una fea herida por la que perdía mucha sangre el gnoll lo dejó entre la vida y la muerte. Despreocupados por su víctima y centrados en el clérigo elfo los gnolls decidieron dejar para después el cuerpo de Njord.

Con dos de sus compañeros en el suelo, y el montaraz luchando a duras penas contra dos gnolls, Gotrek tomo la determinación de que el camino mas corto era acabar con el líder, centrando en este sus ataques, recibió varios envites de otro gnoll con lanza, pero pudo parar sobradamente los ataques gracias a su magnifico escudo y la protección de armadura de factura enana.

Así con dos varios golpes de hacha consiguió acabar primero con un gnoll con lanza, dejar muy magullado al líder de un soberbio golpe con la parte plana del hacha en el brazo izquierdo de la bestia y  casi sin inmutarse desviar los proyectiles del gnoll que quedaba con arco, llegando hasta este con un par de rápidas zancadas y acabando con el con dos golpes poderosos de su hacha enana.

Lentamente y con paso firme llegó hasta el líder y con una media sonrisa en su rostro poblado de una espesa barba descargó su hacha con una tremenda fuerza contra el pecho de gnoll líder. Acabando con su vida en ese instante.

Y mientras Gotrek daba cuenta de los 3 gnolls, Tíranir acabó con los dos con los que luchaba de un par de golpes bien dirigidos, cortándole la mano del arma a uno y atravesando el cuello de otro con su espada larga.

El resto de los gnolls estaban bajo el influjo del hechizo de Crax o huyendo al ver caer a su líder por lo que el combate terminó con los hombres bestia desperdigándose por el bosque.

Rápidamente Crax y Tíranir acudieron en la ayuda de Njord, que se encontraba en el suelo, apenas con respiración y apunto de expirar. Pero gracias a los vendajes de Tíranir y los hechizos de curación del montaraz y el clérigo, el bárbaro pudo respirar nuevamente.

El más dañado en el combate era Dórel, con una flecha atravesándole la pantorrilla de lado a lado, su viaje de caza del troll se había acabado. Prepararon una rama para que pudiese ayudarse a caminar y tan rápido como les permitió el estado del datarano volvieron al campamento de leñadores.

Una vez en el campamento decidieron quedarse un par de días para poder recuperarse de parte de las heridas del combate y estudiar más detenidamente los progresos en las excavaciones de la roca. Tras esto los pjs pondrán rumbo a Datkel para visitar al curandero del pueblo y probar suerte con las heridas de Dórel, quien de tener que curarse de forma natural, tardaría al menos 30 días en estar en plenas facultades físicas.

EXPERIENCIA


  • DÓREL: 1.375 PXS; +1PD
  • NJORD: 1.580 PXS; +1PD
  • GOTREK: 2.234 PXS; +1PD
  • CRAX: 2.860 PXS; +1PD

jueves, 7 de noviembre de 2013

RESUMEN DE PARTIDA

Primera partida de Rolemaster en Cartagena.


PARTIDA 1 (03 de noviembre de 2013)

Era el medio día del 15 de Agosto del 511 DGM (Después de las Guerras de Miriador). Hacia un viento fresco del norte y hacia poco que había llovido dejando todos los caminos transitados cubiertos de barro. Ese día estaba despejado y apenas había algún que otro jirón de nube en el azulado cielo de Madhuwatás. Los el camino estaba rodeado por los restos de la tala de árboles para comerciar con la madera de estos. Leathys estaba pagando bien y el oro y la plata abundaban estos días en la zona sur de Madhuwatás.

El enano llevaba ya un buen trecho caminando y con la barba y  las botas llenas de barro así que decidió hacer un alto en el camino y descansar contra una fresca piedra que había en una zona tranquila, fuera de ojos curiosos y humanos que lo miraban fijamente cuando creían que no les observaba.
Pero poco duró la tranquilidad, los cuatro seres eran altos, de un metro ochenta al menos, cubiertos por espeso pelaje parduzco y encorvados sobre dos piernas que más parecían patas con las garras. De miembros largos y fibrosos el torso de aquellos seres era tan grande como el de un humano fornido y su cabeza similar a la de una hiena pero con un hocico más puntiagudo y fauces siempre abiertas dejando ver sus amarillentos colmillos.

Tres de los gnolls se quedaron detrás del que se dirigió al enano, divertidos ante la escena. Los cuatro llevaban lanzas cortas y broqueles; el que se encaró con el enano era un poco más grande que los otros tres y apuntando al enano señalaba el hacha y el escudo que este llevaba. El idioma gutural del gnoll no fue impedimento para que el enano supiese que lo que querían era su equipo, viéndose sólo y superado en número intuyó que su viaje había llegado a su fin, pero no dejaría este mundo sin luchar, prefiriendo morir antes de ver como estas sucias criaturas ponían un solo dedo en su sagrado equipo de batalla.

Dispuesto para el combate, contaba con la desventaja de la lanza del gnoll, aunque sabía que si conseguía esquivar la primera acometida de este contaría con ventaja al estar cuerpo a cuerpo y gozar de mayor movilidad que el la bestia con su lanza.
Yo caeré- pensó-, pero tu caerás primero. Pero justo antes de recibir el lanzazo una flecha salió desde unos árboles impactando en el hombro de unos de los tres gnolls detrás del cabecilla, dejándolo un instante aturdido un instante para recibir un nuevo impacto, esta vez de una piedra lanzada desde otra zona de árboles y dejando al gnoll sin apenas resuello tras impactar la piedra en su espalda. Los otros hombres hiena se giraron hacia donde habían sido disparado los proyectiles pero no lo suficiente para evitar un nuevo proyectil, en este caso una flecha disparada desde un arco manejado por un elfo; esta se clavó en la pierna del que se encontraba más lejos del elfo.

Estupefactos por el fin de la diversión y verse igualados en número los gnolls se encararon con los nuevos visitantes de aquel claro.  Un elfo de las nieves, un bárbaro del norte y un datarano.

Pero el enano estaba centrado en su rival, y su rival en habitante de las cavernas. La confianza en su superioridad por tamaño fue la perdición del gnoll que dio un lanzazo demasiado rápido y claro, lo que hizo que el enano lo desviase fácilmente con su escudo y utilizase parte de su impulso para desequilibrar los suficiente al gnoll y dejarlo expuesto a un golpe de hacha.
Asiéndola con fuerza, el arma del enano impactó en el brazo del arma con la parte plana de esta, oyéndose al instante el reconocible crujir de huesos y desgarro de tendones, dejando el brazo del arma inutilizado.

Acto seguido el datarano se acercó más al grupo con grandes y rápidas zancadas, parapetándose detrás de la roca que había servido de descanso para el enano y cargando una nueva flecha.

Uno de los gnolls que todavía no había recibido ningún impacto se dirigió cargando contra el elfo que había disparado una flecha, pero tras dar un par de pasos la bestia se frenó, mirando curioso y calmado al elfo. El elfo a su vez había dejado caer al suelo su arco y en actitud sosegada y con las manos extendidas y las palmas abiertas recurrió a Lishamak, diosa de la naturaleza para que calmase a aquel ser que se abalanzaba sobre él. La llamada de la diosa fue lo suficiente fuerte para superar las ansias de sed de sangre de la bestia, mirando a su alrededor y comenzando a marcharse de la zona del combate y haciendo caso a la sugerencia del elfo de que dejase aquel lugar.

El bárbaro cargó contra el otro gnoll que ya había recibido su impacto de honda, blandiendo su espada con fuerza, pero no la suficiente, pues la bestia ya estaba apercibida de su presencia y no se dejaría atacar una segunda vez sin oponer resistencia.

El enano por su parte se encontraba centrado en acabar con su agresor y con un brazo destrozado solo tuvo que dar un golpe seguro a su desprotegido costado y la bestia cayó muerta en el barro.

Una nueva flecha salió disparada desde el arco del datarano, impactando en un costado del mismo gnoll que recibió su primer ataque, viéndose herido, superado en número y con su líder caído la bestia intentó correr y salir de aquel lio pero una nueva flecha del datarano en su espalda acabó con su vida.

Menos suerte tuvo el bárbaro con su contrincante, más preparado para el combate y con un buen lanzazo tras esquivar el primer ataque de la espada del bárbaro, el filo de la lanza le provocó un profundo corte en el cuello abriéndole una terrible herida y dejándolo expuesto a un segundo ataque del gnoll. Pero este segundo ataque no llegó por que cegado por el fragor del combate y entonando el grito de guerra atronador de los enanos de las profundidades, el hacha del enano impactó de forma terrible contra el costado del gnoll, destruyendo las costillas y órganos, desplomándose el cuerpo sin vida en el barro cubierto de sangre.
Pero todavía quedaba uno y pese a que se había rendido y esta siendo apuntado por el datarano, el enano no tuvo miramientos en cargar contra este, arrodillado y desarmado el hacha acabó con su vida con un fuerte golpe.

Impactado por la reacción de enano, el clérigo elfo no pudo mas que centrarse en la fea herida del bárbaro.
Me llamo Crax- dijo el elfo-. Njord- balbuceó el hombre del norte.  Al poco el bárbaro notó un a mano sobre su hombro. –¿Cómo te encuentras joven?. Me llamo Gotrek.

¡Pero que porquería es esta!- los tres se dieron la vuelta y vieron al datarano sobre uno de los cadáveres de los gnolls caídos y sacudiéndose algo de la mano. El datarano se dio cuenta de que le estaban mirando.
Dórel. Encantado-. Y siguió registrando al grupo de gnolls.

Así se conocieron los pjs, y decidieron unirse en su viaje hacia Dat-kel, pueblo que estaba surgiendo y creciendo en la zona y que muchos decían que tenía muchas posibilidades para todo el mundo de enriquecerse y prosperar.

Durante el camino estuvieron acompañados por numerosos viajeros y comerciantes que iban o venia del creciente asentamiento, todos atraídos por las cercanas y recientes explotaciones madereras y la necesidad de Leathys para seguir con su guerra contra el Imperio de Belerian.

Datkel era una población que claramente estaba en pleno crecimiento. Sin apenas organización en sus calles, se mezclaban edificios viejos y de madera con otros más nuevos y alguno que otro con paredes de piedra de los que se querían instalar y que contaban con más recursos.

Por lo que pudieron averiguar los pjs, el pueblo contaba con un alguacil, pero por lo visto quien dirigía la población era un pequeño cacique llamado Korlan, un humano que controlaba a un grupo de vulfen llamado los “colmillos sangrientos” y que además tenia pagados a varios matones humanos y algún que otro ogro que le hacia de guardaespaldas.

Esta información la fueron recopilando conforme fueron preguntando en el pueblo por un lugar donde descansar y comer algo. Un amable aldeano les informó de que la Posada de Porl y Dala era un buen lugar para evitar altercados y comer un buen cerdo asado, así como sus famosas tostadas de desayuno, grandes rebanadas de pan tostado untadas con manteca, un chorro de miel y unas tiras de beicon frito.

Durante su estancia en la posada degustaron las patatas picantes cocinadas con la grasa sobrante del asado de cerdo, la cerveza fresca del lugar, la cual no tuvo mucho éxito en el paladar del enano quien estaba acostumbrado a bebidas con mas cuerpo y fuertes. Pese a todo los pjs no se atrevieron a probar el “licor de araña” traído de Belerian.
Entre plato y plato conocieron a Kogan, un enano al que le faltaba el brazo derecho y que llevaba un poderoso martillo como arma para disuadir a los que pretendían alterar la seguridad de la posada. A este respecto los pjs pudieron ver como con su mera presencia Kogan hizo dar media vuelta a un grupo de tres grandes gnolls que aparecieron por la pesada, probablemente para armar bronca.

En la posada también conocieron la situación de la pequeña Valeria, hija de unos granjeros del norte del pueblo que fueron atacados en su casa y masacrados por unos gnolls viajeros y que no pudieron descubrir su autoría.
Tíranir, un montaraz ya entrado en años (aparenta unos 50) estuvo conversando con los pjs durante parte de la noche sobre la situación de la ciudad y lo  injusto de que no hubiese nadie para velar por los intereses y seguridad de la pequeña Valeria.
El montaraz, conmovido por la valentía y arrojo de los pjs, les indicó que si estaban dispuestos ha hacer algo por los ciudadanos de Datkel, los llevaría al día siguiente de cacería. Al parecer un troll de las nieves se había adentrado en los alrededores de las zonas de tala y pretendía salir en búsqueda de su rastro antes de que se enfriase demasiado.

Los cuatro jóvenes aventureros accedieron a acompañarlo, levantándose temprano al día siguiente para comprar el equipo necesario para los días de viaje a través del bosque.  De este modo aprovecharon para visitar a un curandero, Klevir, que tenía serios problemas con el alcohol y que perdía a más pacientes de lo que habría de esperarse en un hombre que se dedicase a la curación. “Matasanos” era un apodo que le iba muy bien.
En el establecimiento de Klevir, Crax y Gotrek no pudieron sacar mucho sobre los precios de las hierbas que podían serles de utilidad, pero parecía que no contaba con demasiadas existencias.

Mientras, Njord y Dórel buscaron la tienda de suministros de Terl, pero cuando llegaron, un grupo de gnolls de los colmillos estaba acosando a este y exigiendo el pago de sus deudas de ese mes. Los pjs esperaron fuera y cuando se fueron los gnolls de camino al Manto (la taberna regentada por Korlan) Njord se quedó a ayudar al comerciante mientras que Dórel seguía a los hombres bestia durante unos metros.
Cuando Dórel vio que no se habían percatado de su presencia, en un derroche de habilidad lanzó una piedra a un carromato cargado de gallinas, impactando el puntiagudo guijarro en los cuartos traseros de la mula que tiraba del carromato, encabritándola y armando un alboroto que hizo mirar hacia ese punto a todos los gnolls, momento que aprovechó rápidamente el joven ladronzuelo datarano para cortar la bolsa de monedas que había requisado uno de los gnolls al tendero.

Y así volvieron a la taberna para reunirse con Tíranir, con el equipo listo para el viaje y con una bolsa con al menos 10 monedas de plata.


y su cabeza similar a la de un

El día empezaba bien.oio despeedia similar a la de uno erpo y gozar de mayor movilidad que el la bestia con su lanza.

PUNTOS DE EXPERIENCIA 
DÓREL: 1.645 PXS
NJORD: 1.340 PXS
GOTREK: 1.425 PXS
CRAX: 2.010 PXS

Como ya os dije, me lo pasé muy bien dirigiendo la partida y ya tengo ganas de la siguiente.


sábado, 14 de septiembre de 2013

Caja de Ral Partha de "Forgotten Realms: HÉROES"

Esta caja la conseguí en julio de este año a través de "Todocoleccion". Una vez termine con la de Ravenloft será la siguiente con la que me ponga. 

 La caja está en perfecto estado, con apenas roces en los bordes.

Las miniaturas de plomo están totalmente nuevas, todavía con las rebabas sin quitar. Según el vendedor, el anterior dueño las adquirió por coleccionismo y sin intención de pintarlas. 

La calidad de estas minis es excepcional, con un gran detalle pese al tamaño (25mm).

Como de costumbre, será una gozada empezar a pintar este tesoro antiguo y seguiré colgando las fotos de las miniaturas que vaya pintando. 





domingo, 8 de septiembre de 2013

Lord Soth de la caja "Ravenloft Denizens"

Una de las mejores miniaturas de la caja. Imponente y con una pose soberbia, como se merece este fantástico personaje de Ravenloft y Dragonlance.

Ya sólo queda "el Conde". En la próxima entrada...