jueves, 7 de noviembre de 2013

RESUMEN DE PARTIDA

Primera partida de Rolemaster en Cartagena.


PARTIDA 1 (03 de noviembre de 2013)

Era el medio día del 15 de Agosto del 511 DGM (Después de las Guerras de Miriador). Hacia un viento fresco del norte y hacia poco que había llovido dejando todos los caminos transitados cubiertos de barro. Ese día estaba despejado y apenas había algún que otro jirón de nube en el azulado cielo de Madhuwatás. Los el camino estaba rodeado por los restos de la tala de árboles para comerciar con la madera de estos. Leathys estaba pagando bien y el oro y la plata abundaban estos días en la zona sur de Madhuwatás.

El enano llevaba ya un buen trecho caminando y con la barba y  las botas llenas de barro así que decidió hacer un alto en el camino y descansar contra una fresca piedra que había en una zona tranquila, fuera de ojos curiosos y humanos que lo miraban fijamente cuando creían que no les observaba.
Pero poco duró la tranquilidad, los cuatro seres eran altos, de un metro ochenta al menos, cubiertos por espeso pelaje parduzco y encorvados sobre dos piernas que más parecían patas con las garras. De miembros largos y fibrosos el torso de aquellos seres era tan grande como el de un humano fornido y su cabeza similar a la de una hiena pero con un hocico más puntiagudo y fauces siempre abiertas dejando ver sus amarillentos colmillos.

Tres de los gnolls se quedaron detrás del que se dirigió al enano, divertidos ante la escena. Los cuatro llevaban lanzas cortas y broqueles; el que se encaró con el enano era un poco más grande que los otros tres y apuntando al enano señalaba el hacha y el escudo que este llevaba. El idioma gutural del gnoll no fue impedimento para que el enano supiese que lo que querían era su equipo, viéndose sólo y superado en número intuyó que su viaje había llegado a su fin, pero no dejaría este mundo sin luchar, prefiriendo morir antes de ver como estas sucias criaturas ponían un solo dedo en su sagrado equipo de batalla.

Dispuesto para el combate, contaba con la desventaja de la lanza del gnoll, aunque sabía que si conseguía esquivar la primera acometida de este contaría con ventaja al estar cuerpo a cuerpo y gozar de mayor movilidad que el la bestia con su lanza.
Yo caeré- pensó-, pero tu caerás primero. Pero justo antes de recibir el lanzazo una flecha salió desde unos árboles impactando en el hombro de unos de los tres gnolls detrás del cabecilla, dejándolo un instante aturdido un instante para recibir un nuevo impacto, esta vez de una piedra lanzada desde otra zona de árboles y dejando al gnoll sin apenas resuello tras impactar la piedra en su espalda. Los otros hombres hiena se giraron hacia donde habían sido disparado los proyectiles pero no lo suficiente para evitar un nuevo proyectil, en este caso una flecha disparada desde un arco manejado por un elfo; esta se clavó en la pierna del que se encontraba más lejos del elfo.

Estupefactos por el fin de la diversión y verse igualados en número los gnolls se encararon con los nuevos visitantes de aquel claro.  Un elfo de las nieves, un bárbaro del norte y un datarano.

Pero el enano estaba centrado en su rival, y su rival en habitante de las cavernas. La confianza en su superioridad por tamaño fue la perdición del gnoll que dio un lanzazo demasiado rápido y claro, lo que hizo que el enano lo desviase fácilmente con su escudo y utilizase parte de su impulso para desequilibrar los suficiente al gnoll y dejarlo expuesto a un golpe de hacha.
Asiéndola con fuerza, el arma del enano impactó en el brazo del arma con la parte plana de esta, oyéndose al instante el reconocible crujir de huesos y desgarro de tendones, dejando el brazo del arma inutilizado.

Acto seguido el datarano se acercó más al grupo con grandes y rápidas zancadas, parapetándose detrás de la roca que había servido de descanso para el enano y cargando una nueva flecha.

Uno de los gnolls que todavía no había recibido ningún impacto se dirigió cargando contra el elfo que había disparado una flecha, pero tras dar un par de pasos la bestia se frenó, mirando curioso y calmado al elfo. El elfo a su vez había dejado caer al suelo su arco y en actitud sosegada y con las manos extendidas y las palmas abiertas recurrió a Lishamak, diosa de la naturaleza para que calmase a aquel ser que se abalanzaba sobre él. La llamada de la diosa fue lo suficiente fuerte para superar las ansias de sed de sangre de la bestia, mirando a su alrededor y comenzando a marcharse de la zona del combate y haciendo caso a la sugerencia del elfo de que dejase aquel lugar.

El bárbaro cargó contra el otro gnoll que ya había recibido su impacto de honda, blandiendo su espada con fuerza, pero no la suficiente, pues la bestia ya estaba apercibida de su presencia y no se dejaría atacar una segunda vez sin oponer resistencia.

El enano por su parte se encontraba centrado en acabar con su agresor y con un brazo destrozado solo tuvo que dar un golpe seguro a su desprotegido costado y la bestia cayó muerta en el barro.

Una nueva flecha salió disparada desde el arco del datarano, impactando en un costado del mismo gnoll que recibió su primer ataque, viéndose herido, superado en número y con su líder caído la bestia intentó correr y salir de aquel lio pero una nueva flecha del datarano en su espalda acabó con su vida.

Menos suerte tuvo el bárbaro con su contrincante, más preparado para el combate y con un buen lanzazo tras esquivar el primer ataque de la espada del bárbaro, el filo de la lanza le provocó un profundo corte en el cuello abriéndole una terrible herida y dejándolo expuesto a un segundo ataque del gnoll. Pero este segundo ataque no llegó por que cegado por el fragor del combate y entonando el grito de guerra atronador de los enanos de las profundidades, el hacha del enano impactó de forma terrible contra el costado del gnoll, destruyendo las costillas y órganos, desplomándose el cuerpo sin vida en el barro cubierto de sangre.
Pero todavía quedaba uno y pese a que se había rendido y esta siendo apuntado por el datarano, el enano no tuvo miramientos en cargar contra este, arrodillado y desarmado el hacha acabó con su vida con un fuerte golpe.

Impactado por la reacción de enano, el clérigo elfo no pudo mas que centrarse en la fea herida del bárbaro.
Me llamo Crax- dijo el elfo-. Njord- balbuceó el hombre del norte.  Al poco el bárbaro notó un a mano sobre su hombro. –¿Cómo te encuentras joven?. Me llamo Gotrek.

¡Pero que porquería es esta!- los tres se dieron la vuelta y vieron al datarano sobre uno de los cadáveres de los gnolls caídos y sacudiéndose algo de la mano. El datarano se dio cuenta de que le estaban mirando.
Dórel. Encantado-. Y siguió registrando al grupo de gnolls.

Así se conocieron los pjs, y decidieron unirse en su viaje hacia Dat-kel, pueblo que estaba surgiendo y creciendo en la zona y que muchos decían que tenía muchas posibilidades para todo el mundo de enriquecerse y prosperar.

Durante el camino estuvieron acompañados por numerosos viajeros y comerciantes que iban o venia del creciente asentamiento, todos atraídos por las cercanas y recientes explotaciones madereras y la necesidad de Leathys para seguir con su guerra contra el Imperio de Belerian.

Datkel era una población que claramente estaba en pleno crecimiento. Sin apenas organización en sus calles, se mezclaban edificios viejos y de madera con otros más nuevos y alguno que otro con paredes de piedra de los que se querían instalar y que contaban con más recursos.

Por lo que pudieron averiguar los pjs, el pueblo contaba con un alguacil, pero por lo visto quien dirigía la población era un pequeño cacique llamado Korlan, un humano que controlaba a un grupo de vulfen llamado los “colmillos sangrientos” y que además tenia pagados a varios matones humanos y algún que otro ogro que le hacia de guardaespaldas.

Esta información la fueron recopilando conforme fueron preguntando en el pueblo por un lugar donde descansar y comer algo. Un amable aldeano les informó de que la Posada de Porl y Dala era un buen lugar para evitar altercados y comer un buen cerdo asado, así como sus famosas tostadas de desayuno, grandes rebanadas de pan tostado untadas con manteca, un chorro de miel y unas tiras de beicon frito.

Durante su estancia en la posada degustaron las patatas picantes cocinadas con la grasa sobrante del asado de cerdo, la cerveza fresca del lugar, la cual no tuvo mucho éxito en el paladar del enano quien estaba acostumbrado a bebidas con mas cuerpo y fuertes. Pese a todo los pjs no se atrevieron a probar el “licor de araña” traído de Belerian.
Entre plato y plato conocieron a Kogan, un enano al que le faltaba el brazo derecho y que llevaba un poderoso martillo como arma para disuadir a los que pretendían alterar la seguridad de la posada. A este respecto los pjs pudieron ver como con su mera presencia Kogan hizo dar media vuelta a un grupo de tres grandes gnolls que aparecieron por la pesada, probablemente para armar bronca.

En la posada también conocieron la situación de la pequeña Valeria, hija de unos granjeros del norte del pueblo que fueron atacados en su casa y masacrados por unos gnolls viajeros y que no pudieron descubrir su autoría.
Tíranir, un montaraz ya entrado en años (aparenta unos 50) estuvo conversando con los pjs durante parte de la noche sobre la situación de la ciudad y lo  injusto de que no hubiese nadie para velar por los intereses y seguridad de la pequeña Valeria.
El montaraz, conmovido por la valentía y arrojo de los pjs, les indicó que si estaban dispuestos ha hacer algo por los ciudadanos de Datkel, los llevaría al día siguiente de cacería. Al parecer un troll de las nieves se había adentrado en los alrededores de las zonas de tala y pretendía salir en búsqueda de su rastro antes de que se enfriase demasiado.

Los cuatro jóvenes aventureros accedieron a acompañarlo, levantándose temprano al día siguiente para comprar el equipo necesario para los días de viaje a través del bosque.  De este modo aprovecharon para visitar a un curandero, Klevir, que tenía serios problemas con el alcohol y que perdía a más pacientes de lo que habría de esperarse en un hombre que se dedicase a la curación. “Matasanos” era un apodo que le iba muy bien.
En el establecimiento de Klevir, Crax y Gotrek no pudieron sacar mucho sobre los precios de las hierbas que podían serles de utilidad, pero parecía que no contaba con demasiadas existencias.

Mientras, Njord y Dórel buscaron la tienda de suministros de Terl, pero cuando llegaron, un grupo de gnolls de los colmillos estaba acosando a este y exigiendo el pago de sus deudas de ese mes. Los pjs esperaron fuera y cuando se fueron los gnolls de camino al Manto (la taberna regentada por Korlan) Njord se quedó a ayudar al comerciante mientras que Dórel seguía a los hombres bestia durante unos metros.
Cuando Dórel vio que no se habían percatado de su presencia, en un derroche de habilidad lanzó una piedra a un carromato cargado de gallinas, impactando el puntiagudo guijarro en los cuartos traseros de la mula que tiraba del carromato, encabritándola y armando un alboroto que hizo mirar hacia ese punto a todos los gnolls, momento que aprovechó rápidamente el joven ladronzuelo datarano para cortar la bolsa de monedas que había requisado uno de los gnolls al tendero.

Y así volvieron a la taberna para reunirse con Tíranir, con el equipo listo para el viaje y con una bolsa con al menos 10 monedas de plata.


y su cabeza similar a la de un

El día empezaba bien.oio despeedia similar a la de uno erpo y gozar de mayor movilidad que el la bestia con su lanza.

PUNTOS DE EXPERIENCIA 
DÓREL: 1.645 PXS
NJORD: 1.340 PXS
GOTREK: 1.425 PXS
CRAX: 2.010 PXS

Como ya os dije, me lo pasé muy bien dirigiendo la partida y ya tengo ganas de la siguiente.


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